¿De qué sirve conocer todas las palabras para hablar de amor si ella no te quiere escuchar?
¿De qué sirven todas las noches en vela si tu no estás en sus sueños?
¿De qué sirve pasar cada noche bajo su balcón si tu canción no es la que espera oir?
¿De qué sirve forjar nuevos caminos si ella ya decidió su rumbo?
¿De qué sirve esta locura si su diagnóstico es que estás completamente cuerdo?
¿De qué sirve cada batalla si no necesita ser rescatada?
¿De qué sirve seguir las reglas del amor si no eres parte de su juego?
¿De qué sirve aprender a volar si no son tus alas las que sigue con su mirada?
¿De qué sirve sembrar mil rosas si él la conquistó con un sólo clavel?
¿De qué sirve escribir mil cartas de amor si nunca le llegará el mensaje?
¿De qué sirve buscar mi mejor sonrisa si nunca probaré sus labios?
¿De qué sirve buscar su mirada si nunca me veré reflejado en sus ojos?
¿De qué sirven las carcajadas fingidas si por dentro mis lágrimas gritan?
¿De qué sirve bajarle todas las estrellas si ella ya tiene otro cielo?
¿De qué sirve vivir por ella si nunca nacerá en ella este sentimiento?
¿De qué sirve implorar por su amor si los dioses saben que ella no los escucha?
¿De qué sirve tratar de olvidarla si con verla un instante me quedo congelado con una sonrisa estúpida pintada en mis labios?
